Como parte de los esfuerzos por recuperar la soberanía energética, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular por 350 votos a favor y 111 en contra, la reforma con la cual PEMEX y la CFE recuperan su categoría de «empresas públicas del Estado» y se le establece el carácter preponderante en el sector eléctrico con respecto a las compañías privadas.
Con estas acciones las paraestatales recobran su condición estratégica y otorga la propiedad y control sobre ambos organismos perdidos durante la reforma de Enrique Peña Nieto.
Y es que el dictamen de reforma en los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna detalla que el Estado tendrá el control del sistema eléctrico nacional (CFE) y del servicio de transmisión y distribución de energía eléctrica, así como de la exploración y extracción de petróleo (PEMEX) y demás hidrocarburos.