Haciéndose esta misma pregunta en el año 2000, el grupo de rock regiomontano Genitallica, hacía a través de una canción con el mismo nombre, una crítica un tanto mágica, cómica, musical de la situación económica ya común por décadas para el mexicano, vivida sexenio tras sexenio donde la inflación y la devaluación del peso era una constante de esperar a la llegada de cada nuevo mandatario.
El amanecer del miércoles 6 de noviembre para los demócratas sin lugar a duda les cayó como anillo al dedo esta pregunta: ¿QUE FUE LO QUE PASO? Y el estribillo de la canción también, y para no desentonar, los electores estadounidenses a coro dando respuesta a su cuestionamiento voto tras voto, regalándole al partido Demócrata un despertar con resaca.
Conforme han pasado los días, los resultados de las elecciones son contundentes, lo que parecía que sería una contienda cerrada ha representado una paliza y una cruda realidad para el Gobierno de Biden dejando en claro el descontento del pueblo estadounidense, la desaprobación al desempeño de su gestión. Un dato claro es que Kamala Harris ha recibido 11 millones de votos menos que Biden en el 2020, perdiendo simpatía en bases afianzadas anteriormente entre la clase trabajadora, la comunidad latina y afroamericana.
A pesar de que el gobierno de Biden ha presentado buenos números a nivel macroeconómico, generación de empleos y la inflación ha presentado mejoría en comparación a su punto mas alto en el año 2021, el estadounidense promedio no percibe estos indicadores en su día a día. En los últimos tres años el margen de su poder adquisitivo ha sido mermado, el costo de bienes y servicios han presentado un incremento muy superior al de los salarios de la clase trabajadora, rentas, la posibilidad de poder adquirir vivienda, el inalcanzable costo de los servicios médicos y medicinas, no sin mencionar la selección de una candidata de última hora, días después de la pésima actuación de Joe Biden en su debate contra Donald Trump, donde dicha candidata, Kamala Harris, representaba un actor primordial en el gobierno actual que además es percibido incompetente en su actuar ante los conflicto bélicos en Ucrania, Gaza y Líbano, han venido a poner una cereza en el pastel de la derrota para el partido Demócrata.
Paradójicamente el pueblo estadounidense en 2020 se levanto dando un voto de castigo al desempeño y gestión de Donald Trump, cuatro años después repiten la dosis a Biden pero regresando a los brazos de Donald Trump, de donde ya había salido anteriormente, quien también se había olvidado de las clases medias y bajas.
Ha quedado claro, a pesar de los tantos problemas que acechan a la nación norteamericana, algo que te van a cobrar caro los votantes estadounidenses en las urnas es el tocarles su bolsillo, mientras tanto siguen perdidos en un péndulo que se inclina de un partido a otro cada cuatro años brindando opciones completamente ideológicas, alejadas de los problemas que realmente aquejan a la nación, beneficiando solamente a un círculo pequeño que cada vez se enriquece más. Están perdidos en un bucle que no tendrá fin hasta que realmente alguno de los dos partidos sea lo suficientemente justo con el pueblo estadounidense y ejerza políticas publicas que mejoren sus condiciones materiales.