Por BBC
El Sol asoma ligeramente sobre el horizonte y las imponentes montañas proyectan sombras oscuras.
Los cráteres brindan un refugio de oscuridad infinita, con algunas profundidades aisladas de la luz solar desde hace miles de millones de años.
En esas regiones las temperaturas caen en picado a mínimos de hasta -248 ºC porque la Luna carece de atmósfera para calentar la superficie.
Ningún ser humano ha puesto un pie en este mundo completamente inexplorado.
El polo sur de la Luna, según la NASA, está lleno de «misterio, ciencia e intriga».
No es de extrañar que haya una carrera espacial para llegar a esa zona alejada de los sitios de alunizaje del Apolo, que se concentran en el ecuador del satélite.
Una carrera en la que India ha tomado ventaja al convertirse este miércoles en el primer país en aterrizar una nave no tripulada en el polo sur de la Luna.
En busca de agua
“¡India está en la Luna!”, exclamó el primer ministro de India, Narendra Modi, al confirmarse el alunizaje.
La misión Chandrayaan-3 consiguió llevar un módulo, el cual contiene un vehículo guiado a control remoto que recorrerá esta inexplorada zona de la Luna, para buscar hielo a base de agua.
Este hito también convirtió a India en el cuarto país en lograr un aterrizaje suave en la Luna.
La exitosa operación se produce después de que el pasado domingo el Luna-25 de Rusia se estrellara contra la superficie lunar.
India también planea para 2026 la misión conjunta de Exploración Polar Lunar (Lupex) con Japón para sondear las regiones del «lado oscuro de la Luna».
¿Por qué el polo sur está emergiendo como un atractivo destino científico? Los expertos dicen que el agua es una de las claves.
Los datos recopilados por el Lunar Reconnaissance Orbiter, una nave espacial de la NASA que ha estado orbitando la Luna durante 14 años, sugieren que hay hielo en algunos de los grandes cráteres aislados de la luz que potencialmente podría abastecer al ser humano en el futuro.
El agua solo existe en forma sólida o gaseosa debido al vacío en la Luna, que carece de suficiente gravedad como para mantener una atmósfera. La misión lunar Chandrayaan-1 de India fue la primera en encontrar evidencia de agua en el satélite en 2008.
«Aún no se ha demostrado que ese hielo sea accesible o explotable. En otras palabras, ¿hay reservas de agua que se puedan extraer económicamente?», plantea Clive Neal, profesor de geología planetaria en la Universidad de Notre Dame de EE.UU.
Para los científicos, la perspectiva de encontrar agua en la Luna es esperanzadora en muchos sentidos.
El agua congelada sin contaminar por la radiación del Sol podría haberse aglomerado durante millones de años en regiones polares frías, provocando la acumulación de hielo en la superficie o cerca de ella.
Esto aportaría una muestra única para que los científicos analicen y comprendan la historia del agua en nuestro sistema solar.
«Podemos abordar preguntas como cuándo vino el agua, de dónde y cuáles son sus implicaciones para la evolución de la vida en la Tierra», explica Simeon Barber, científico planetario de la Open University de Reino Unido, que también trabaja con la Agencia Espacial Europea.
Un millón por kilo
También hay otras razones más «pragmáticas» para acceder al agua en la superficie de la Luna o justo debajo de ella, afirma el profesor Barber.