Muy pero muy pronto, Claudia Sheinbaum dejará de ser la cabeza de Morena para convertirse en la cabeza de una Nación, según todas las encuestas. Entonces le urge sentar las bases de su movimiento, con fronteras éticas y morales, para que ni una Marina del Pilar ni nadie se atreva a contaminar los espacios. Todo lo que pueda hacer ahora le ayudará en el futuro inmediato a no distraerse con lo que sucede en el movimiento, que es su base social y le ayudará, como le ayudó a AMLO, a mantener apoyo que se traduce en gobernabilidad.

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