Sainet: acontecimiento grotesco o ridículo. El protagonizado por Lilly y Noroña fue solo el show preliminar. El verdadero espectáculo cómico lo han escenificado dos expresidentes, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas.

En el primer programa de Poncho Gutiérrez en SDPNoticias, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, explicó que hay al menos dos definiciones para la palabra bellaco. La primera, malo, ruin. La segunda, astuto, sagaz.

Noroña lo hizo a propósito del miniescándalo que armó la senadora Lilly Téllez. Esta mujer llamó a su colega, precisamente bellaco. El sainete resultó realmente muy divertido. La gente hasta especuló con el inicio de una relación sentimental entre la pareja más ruidosa del final del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador —que no defraudará y seguirá entreteniendo a chicos y grandes durante el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum—.

Definición de saineteacontecimiento grotesco o ridículo. El protagonizado por Lilly y Noroña fue solo el show preliminar. El verdadero espectáculo cómico lo han escenificado dos expresidentes, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari.

Zedillo en día inhábil se lanzó contra AMLO y la derecha mexicana se motivó y quiso empezar a movilizarse. Pero, en cuanto regresamos a la actividad después de las fiestas patrias, los salinistas más salinistas del periodismo, Raymundo Riva Palacio y Pablo Hiriart, se lanzaron durísimo a golpear a Zedillo. Se pasaron de bellacos. No lo hicieron para defender a López Obrador, sino nada más porque al jefe de ambos columnistas —los dos de El Financiero—, esto es, a don Carlos Salinas le dio diarrea por los aplausos que su odiado rival Ernesto Zedillo recibió desde la tribuna conservadora.

Imperdibles los escritos de Riva Palacio a Hiriart, ambos identificados con Salinas: hoy lunes le han puesto tremenda madriza a Zedillo porque este en el pasado, se supone, ayudó a AMLO y no dijo a tiempo que el actual presidente era un peligro para México.

La oposición, política y mediática, verdaderamente está jodida: no es capaz de mantener una mínima unidad ni siquiera cuando logran llamar la atención, como ocurrió con las críticas de Zedillo a la reforma al poder judicialen un evento de abogados.

Ernesto Zedillo dijo algunas verdades y muchas mentiras, pero animó a la gente, llamémosla simpatizante de la oposición, que no quiere a la 4T. Cuando las personas que buscan organizarse contra el gobierno de izquierda lean a dos de sus columnistas favoritos, Riva Palacio e Hiriart —verdaderos guías morales de la derecha mexicana—, se decepcionarán porque estos han presentado al reciente héroe democrático, Zedillo, como un farsante.

Así las cosas, no necesita la izquierda en el poder que nadie la defienda. Con bellacos como Riva Palacio e Hiriart habrá 4T para rato. Bellacos, que conste, según la primera definición de la palabra: ruines. Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum deben estar muertos de risa.

Posdata: En el programa de Poncho Gutiérrez, este excelente periodista se llevó un regaño del presidente del Senado: Noroña le reprochó que se vistiera con traje y corbata, como López Dóriga en las ya muertas épocas de gloria de este locutor tan desprestigiado. Poncho no se dejó y respondió que él adquiere su indumentaria en Trajes del Bienestar. Comentario patrocinado por tal sastrería.

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