El cuerpo humano se convierte en un lienzo para todo texto, en una novela gráfica, en un libro de códices y en un testimonio de ideologías traducido a signos, trazos y colores. ¿Qué hay más personal que vestirse de estos, a veces crípticos mensajes, y en otras ocasiones muros de piel con los graffitis de la imaginación?

Por Cultura

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