A tan solo una semana de llevarse a cabo los comicios que colocarán en la presidencia ya sea a Kamala Harris o Donald Trump, Estados Unidos se enfrenta una vez más a unas elecciones muy reñidas sumergiendo a su población a una división e incertidumbre que se viene viviendo las últimas tres elecciones debido al protagonismo de Donald Trump con su forma de hacer política y la debacle del poder adquisitivo de los habitantes de la unión americana debido a la inflación que se vive a nivel mundial consecuencia de los efectos ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania.
Las tendencias en las encuestas de popularidad dan como ganadores a ambos contendientes con márgenes muy pequeños, considerado un empate técnico al día de hoy, pero en un sistema democrático como el estadounidense que no está basado en un sistema directo o popular, sino en un sistema indirecto al cual ellos denominan COLEGIO ELECTORAL, en donde cada Estado de la Unión Americana tiene un valor electoral que sumados dan un total de 538 puntos ELECTORALES.
Para ganar la contienda se necesitan 270 puntos electorales de los 538, por lo cual, no es tan importante ganar el voto popular, sino que al contrario es más importante ganar en muchos estados y así lograr más de los tan ansiados 270 puntos electorales.
Es aquí donde la importancia del denominado VOTO LATINO está jugando un papel importante para estas elecciones. Se considera que 12 millones de mexicanos se encuentran habitando en Estados Unidos, de los cuales solamente 8 millones cuentan con un estatus migratorio legal mientras que los restantes 4 millones de mexicanos queda en el denominado estatus de INDOCUMENTADOS, siendo entre los temas de mayor interés para un porcentaje importante del electorado estadounidense el de la migración y tomada por uno de los candidatos como su mayor bandera como tema de campaña. La realidad es que 36 millones de LATINOS en todo Estados Unidos se encuentran en condiciones de votar, dicha cifra representa el 15% del electorado total, una cifra nada despreciable para una contienda como la que estamos viviendo.
Por muchos años las mayorías latinas se concentraban en lo que se denomina estados seguros, en donde las preferencias electorales ya están determinadas. Ejemplo de ello serian California con 55 puntos electorales considerada un triunfo para los Demócratas, mientras que Texas con 34 puntos electorales seria para los republicanos, siendo estos dos estados donde se concentran residiendo la mayoría de los mexicanos. Sin embargo, en los últimos años un fenómeno de movilización de residencia se ha presentado en el interior de los Estados Unidos, debido a la búsqueda de mejores condiciones económicas marcadas por la inflación, el costo de vida y el costo de vivienda, afectando el estatus étnico de los denominados ESTADOS PÉNDULO, es decir aquellos estados cuyas preferencias electorales no están definidas y se pueden decantar tanto a favor de los republicanos como a favor de los demócratas, según sea el caso y de último momento. Los estados péndulo que están robando mayor atención de los candidatos son: Nevada con 5 puntos electorales, Arizona con 10 puntos, Georgia con 16 puntos, North Carolina con 15 puntos, Michigan con 16 puntos, Wisconsin con 10 puntos y PENSILVANIA con 20 puntos, siendo PENSILVANIA la más atractiva para los candidatos por sus tan ansiados 20 puntos y donde aproximadamente 600 mil latinos con posibilidades de votar se encuentran residiendo, siendo en su mayoría puertorriqueños y posteriormente mexicanos, donde también fue perpetuado el atentado en contra de Donald Trump. La estrategia de campaña aplicada en estos estados será crucial en un ámbito donde el factor étnico ha sido afectado bajo el contexto económico actual del país en los últimos cuatro años bajo un gobierno Demócrata, que no ha sabido hacer llegar a la conciencia del colectivo sus avances en materia económica y que sin embargo se ha visto afectada en su día a día en su poder adquisitivo.
La moneda está en el aire, la incertidumbre también. Demasiados factores en juego afectan la toma de decisión de los electores estadounidenses, bajo un ámbito de guerras en Ucrania; China rondando Taiwán; Israel en su contienda sobre Gaza y Líbano; Corea del Norte y Corea del Sur reviviendo su enemistad; la inflación mundial; el fenómeno migratorio y el desplazamiento étnico al interior de los Estados Unidos; la integración de último momento de una candidata más fresca para la contienda por parte de los demócratas y atentados en contra de uno de los candidatos generan una neblina hacia el futuro electoral que será develada el próximo 5 de Noviembre donde no solamente está en juego el rumbo de la Unión Americana sino también el futuro geopolítico y financiero el mundo entero.
Nota del Editor
Queremos dar la bienvenida a Pedro Luis Quintero a nuestro equipo de columnistas, quién con su excelente perspectiva tendremos una visión cercana a nuestros hermanos en Estados Unidos, donde actualmente radica.
En hora buena y que sean muchas más colaboraciones.