Nada más atractivo que el ladrón generoso. El arquetipo, sin duda, es Robin Hood. Arquero incomparable con un enorme y corazón generoso, que robaba a los ricos para dar el dinero a los pobres; en la nación de un rey, muchos forajidos recuperaban el dinero recaudado injustamente a los pobres. La literatura ha dado cuenta de personajes con el mismo deseo de justicia.