Un esfuerzo coordinado para depurar de corrupción a instituciones coludidas con el crimen organizado
En reciente días se informó de un Operativo en el Estado de México denominado «Operación Enjambre», el objetivo, desarticular redes de funcionarios vinculados al crimen organizado.
Para dicha operación fue necesaria una participación integral entre la Secretaría de seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la SEDENA, SEMAR, Guardia Nacional, el Centro Nacional de Inteligencia, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Seguridad del Estado de México y la Fiscalía de Justicia del Estado de México lanzó un mensaje contundente cuando existe voluntad real de limpiar un problema grave que es la colusión de funcionarios públicos con las bandas del crimen organizado.
La ejecución de órdenes de aprehensión simultáneas en contra de presidentes municipales, directores de Seguridad municipal y otros funcionarios ligados a los grupos delictivos no sólo obtuvo resultados efectivos en término de inteligencia sino también como un golpe de autoridad a uno de los posibles puntos generadores de violencia en el Estado de México el cual debemos recordar, cambió de ser gobernado por el PRI históricamente.
Y es que la situación no era para menos, extorsión, secuestro exprés y homicidio prevalecía durante las administraciones priístas lo que mantenía en vilo a diversos municipios como Amanalco, Santo Tomás, Tonatico, Chicoloapan, Ixtapaluca, Tejupilco, Naucalpan, Coacalco, Jilotzingo y Texcatitlán.
El evento se hizo viral, no sólo por el acto en sí, sino por que Isidro Cortés policía del Estado de México se suicidó justo al momento de su detención, entendiéndose pues que la situación que imperaba llevaba a un destino complicado para los implicados.
Pero el mensaje más importante fue la capacidad operativa de la alineación entre la Federación y el nuevo gobierno estatal que demostraron efectividad que puede ser aplicada en otras entidades de la República.